CC.SS

LOS COOPERADORES SALESIANOS (CCSS)

Nacieron con el proyecto de Don Bosco en favor de los jóvenes pobres. Desde finales de 1841, para su “obra de los Oratorios” recurrió a la colaboración de muchas personas. Él se dio cuenta de la necesidad de Cooperadores, ligados a la misión salesiana. En primer momento pensó en llamarlos “Salesianos Externos” de la Congregación de San Francisco de Sales pero fue la Santa Sede la que no se lo permitió. Esto último fue lo que lo llevó a fundar la “PIA UNION…” con un reglamento propio aprobado el 9 de mayo de 1876 por el Sumo Pontífice.

Don Bosco los concibe como corresponsables de la misión salesiana: “se les propone la misma mies de la Congregación de San Francisco de Sales, a la que quieren asociarse… pueden seguir en medio a sus ocupaciones ordinarias, en el seno de su familia. No se les prescribe ninguna obra exterior, con tal que sus vidas puedan en cierto modo asemejarse a la de quienes viven en una comunidad religiosa… haciendo uso evangélico de la sexualidad, del dinero, de los bienes materiales y de la libertad personal.” En 1986, a raíz de los deseos del Concilio Vaticano II, al presentar los nuevos Reglamentos de Vida Apostólica, se modificaron los primeros, pero lo esencial quedó en ellos.

Para la Inspectoría de San Luís Beltrán tienen una Directiva y son asesorados salesianamente, en el momento presente, por el Vicario del Provincial: Pbro. Ricardo Villanueva Plata.

Apostolado de la Asociación

Su apostolado está muy ligado al de los Salesianos y por lo tanto colaboran en la Parroquia en la Evangelización, en la Catequesis, en el acompañamiento a los niños y jóvenes por medio del Oratorio festivo y ayudan en la liturgia.

Aquí en la Ciudad de Ibagué Coordina la señora María Elcy Guzmán y es  Formador el señor Guillermo Prieto. Tienen como sede la Parroquia El Carmen.

¿Cómo ingresar a los Cooperadores?

Todo bautizado que desee servir a los demás de una manera comprometida dentro de la iglesia, puede ingresar a Cooperadores, pero sobre todo a quien guste trabajar por el bien de la juventud, especialmente pobre, abandonada y en peligro. Se tienen todo un programa de vida que parte desde el Aspirantado, para poder así ir conociendo los fundamentos del ser Cooperador Salesiano, dentro de la vida cristiana en la Iglesia, y luego sí realizar públicamente su promesa de pertenencia para seguir testimoniando en su vivencia personal su adhesión a Jesucristo en la Familia Salesiana.